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martes, 22 de diciembre de 2009

REQUISITOS PARA UNA BUENA LECTURA

REQUISITOS PARA UNA BUENA LECTURA

La lectura actualmente se comprende como el proceso de la recuperación ,aprehensión e interpretación de información o ideas almacenadas en un soporte y transmitidas mediante algún tipo de código, usualmente un lenguaje, que puede ser visual o táctil (por ejemplo, el sistema Braille). Otros tipos de lectura pueden no estar basados en el lenguaje tales como la notación o los pictogramas.

Sabemos que cuando se lee se interactúa con el texto, con el autor y con lo que encierra la lectura; por lo tanto podemos decir que La lectura no es una actividad neutra: debido a que el que lee pone en juego una serie de relaciones complejas que van más allá del texto.

Identificamos a su vez la mecánica de la lectura

  • La fisiología permite comprender la capacidad humana de leer desde el punto de vista biológico, gracias al estudio del ojo humano, el campo de visión y la capacidad de fijar la vista. Así como la mecánica para crear instrumentos de apoyo para mejorar, ayudar y conservar la visión para la realización de una lectura eficiente.
  • La psicología ayuda a definir el proceso mental que se lleva a cabo durante la lectura, ya sea en la fase de decodificación de caracteres, símbolos e imágenes, o en la fase de asociación de la visualización con la palabra. Los procesos psicológicos de la lectura fueron estudiados por primera vez a fines del siglo XIX por Emile Javal, entonces director del laboratorio de oftalmología de la Universidad de la Sorbona. Además se agregan os estudios sobre la mismos como son de Margarita Gómez palacio, Delia Lerner, Yolanda Sassoon, Felipe Garrido.
  • La pedagogía o didáctica docente se ocupa de los aspectos educativos en cuanto al proceso enseñanza-aprendizaje de la lecto-escritura y las habilidades necesarias para una lectura eficaz.

Se ha identificado el proceso mediante el cual leemos; el mismo que consta de cuatro pasos:

1. La visualización. Cuando leemos no deslizamos de manera continua la mirada sobre las palabras, sino que realizamos un proceso discontinuo: cada palabra absorbe la fijación ocular durante unos 200-250 milisegundos y en apenas 30 milisegundos se salta a la siguiente, en lo que se conoce como movimiento sacádico. La velocidad de desplazamiento es relativamente constante entre unos y otros individuos, pero mientras un lector lento enfoca entre cinco y diez letras por vez, un lector habitual puede enfocar aproximadamente una veintena de letras; también influye en la velocidad lectora el trabajo de identificación de las palabras en cuestión, que varía en relación a su conocimiento por parte del lector o no.

2. La fonación. Articulación oral consciente o inconsciente, se podría decir que la información pasa de la vista al habla. Es en esta etapa en la que pueden darse la vocalización y su vocalización de la lectura. La lectura subvocalizada puede llegar a ser un mal hábito que entorpece la lectura y la comprensión, pero puede ser fundamental para la comprensión de lectura de materiales como la poesía o las transcripciones de discursos orales.

3. La audición. La información pasa del habla al oído (la sonorización introauditiva es generalmente inconsciente).

4. La cerebración. La información pasa del oído al cerebro y se integran los elementos que van llegando separados. Con esta etapa culmina el proceso de comprensión.

En razón de la fisiología de la lectura consideraremos los siguientes requisitos de una buena lectura.

1.- Claridad.- la palabras se deben pronunciar con tal claridad que no quede ninguna duda en el que escucha. Cada sonido debe escucharse impecable. Y muy particularmente las vocales, que son base de una buena pronunciación.

2.- Pausas.- los signos de puntuación sirven como indicadores de pausas; por lo tanto se debe aprovechar alguna de estas pausas para aspirar ligeramente por la nariz.

3.-Entonación.- La entonación está dada básicamente ante los signos de interrogación, de admiración, guiones, paréntesis, puntos suspensivos,… Sin embargo se requieren de otros elementos que pertenecen al lector y que establecen la calidad de la lectura como son la comprensión el tono de enojo de tristeza, alegría, suplica o cualquier otra emoción a la que invita la lectura.

4.-Intensidad.- Es la fuerza con la cual se maneja la voz, la cual debe ser la suficiente como para que la escuche el más alejado de los asistentes sin embargo tampoco se debe gritar por estética y por no molestar a los oyentes.

5.-fluidez.- la lectura para apreciarse debe ser fluida; no entrecortada. Hay que evitar el tartamudeo y pronunciar cada palabra con claridad. La fluidez solo se consigue con la práctica.

6.-velocidad.- la lectura debe hacerse a una velocidad media que permita a nuestros oyentes comprender y disfrutar lo que leemos. Una lectura muy rápida solo lograra que nuestra pronunciación sea atropellada, perdamos las pausas y la entonación; por lo que una lectura lenta solo logrará fatiga y aburrimiento en el auditorio.

Ahora trabajemos diles que no me maten:

¡Diles que no me maten!
[Cuento. Texto completo]

Juan Rulfo

-¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad.

-No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti.

-Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile que lo haga por caridad de Dios.

-No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no quiero volver allá.

-Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues.

-No. No tengo ganas de eso, yo soy tu hijo. Y si voy mucho con ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mí también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño.

-Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mí. Nomás eso diles.

(Narrador)Justino apretó los dientes y movió la cabeza diciendo:

-No.

Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato.

Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la puerta del corral. Luego se dio vuelta para decir:

-Voy, pues. Pero si de perdida me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi mujer y de los hijos?

-La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos. Ocúpate de ir allá y ver qué cosas haces por mí. Eso es lo que urge.

Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarrado a un horcón, esperando. No se podía estar quieto. Había hecho el intento de dormir un rato para apaciguarse, pero el sueño se le había ido. También se le había ido el hambre. No tenía ganas de nada. Sólo de vivir. Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como sólo las puede sentir un recién resucitado. Quién le iba a decir que volvería aquel asunto tan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que estaba. Aquel asunto de cuando tuvo que matar a don Lupe. No nada más por nomás, como quisieron hacerle ver los de Alima, sino porque tuvo sus razones. Él se acordaba:

-Tu nuera y los nietos te extrañarán -iba diciéndole-. Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les afigurará que te ha comido el coyote cuando te vean con esa cara tan llena de boquetes por tanto tiro de gracia como te dieron.

FIN

http://es.wikipedia.org/wiki/Lectura

redescolar.ilce.edu.mx/.../RECOMENDACIONES%20PARA%20LA%20LECTURA%20EN%20VOZ...

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=571301

http://presencias.net/indpdm.html?http://presencias.net/educar/ht1071.html

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/rulfo/diles.htm

http://www.monografias.com/trabajos14/textos-escrit/textos-escrit.shtml.

Félix Mendoza Garduño

Coordinador Académica de Centro de Maestros

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